Hoy encabeza nuestro artículo la fotografía del pueblo de Artana, en la que se puede divisar el calvario, el castillo y al fondo las Peñas Aragonesas y el pico de Vinyes Rojes. Cuál es el motivo de incluir esta panorámica de nuestro pueblo vecino lo explicamos a continuación.
Sabemos que el club empezó a caminar en enero de 2021. En estos primeros años no teníamos casi documentación gráfica de nuestras marchas, salvo la cámara de Agustín Escobedo que solía hacer fotos del grupo en las marchas por los montes que solíamos visitar. No existían los móviles ni demás adelantos tecnológicos que ahora disfrutamos. Por otra parte, hasta diciembre de 2003 no se me había ocurrido a mí confeccionar una crónica de los días que salíamos a caminar. Hasta que un buen día, concretamente el 21 de diciembre de 2003 tuve la buena idea de escribir las incidencias de la marcha de aquella jornada.
Y fue precisamente la ruta de Betxí al Castillo de Artana. Allí nos lanzamos un grupo de dieciséis personas, según la crónica, incluidos algunos niños o niñas de pequeña edad. Salimos por el camino de Vinyes Rojes, la Mina y Casa de Amorós. Desde allí senda hasta el mojón de Mortera. Bajada por senda en malas condiciones hasta el camino que viene de Mortera hasta las Peñas Aragonesas y ya sin pérdida llegada al pueblo de Artana y subida al Castillo, donde pudimos contemplar el deterioro casi total del mismo, con excepción de una bella ventana ojival conservada desde tiempos de los árabes.
Dice la crónica que entonces redacté que “allí comimos en la ladera del castillo, en un día espléndido y a los postres tuvimos cava y turrones para celebrar las próximas fiestas”. No tengo la relación de las personas que íbamos ese día, pues tardé algunos años en comenzar esa bonita costumbre de anotar los nombres de los asistentes en cada marcha.
El regreso fue algo más ligero, pues lo hicimos por el camino de Artana a Betxí, con buen caminar y sin ninguna dificultad, con un total de diecisiete kilómetros recorridos en total.
Así pues, desde ese día no he dejado de escribir la crónica en cada marcha en que yo haya participado, que son casi todas. Imaginen los lectores, veinte años anotando las salidas suponen un buen archivo de más de cuatrocientas crónicas senderistas. Todas ellas figuran en mi archivo particular al cual le tengo gran aprecio y que con el paso de los años se fue enriqueciendo con fotografías en color, gracias al invento de los móviles y a la afición de senderistas prestos a hacer fotos del grupo. Entre ellos quiero destacar a Alfredo Planelles, que tiene en su poder un verdadero arsenal de fotografías del Club de Senderismo de Betxí de la última década. Algún día tendremos que pensar en hacer alguna exposición para deleite de los caminantes y personas con afición a estos temas.
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